Solo me ciño a mi papel, a lo que es supuesto que sea. A lo que todo el mundo quiere que haga. Pero ya no. Ya no quiero ser presa cautiva en tus recuerdos. Ya no quiero pensar lo que te llegué a hacer sentir, ya no quiero ser un nombre más en tu baúl de los recuerdos. Ya no me reconozco, ya no me acuerdo de quien era antes de ti. Me olvidé de ser "normal", me olvidé de no sentir apego por nadie, de querer, de amar, de ser amada, de no querer dejar a una persona simplemente por quien es y no por su dinero o aspecto. El papel que tenía antes de ti se quemó y no sé cómo recuperarlo. Todos me dicen que he cambiado. Que ya no hablo, que soy antisocial y nada me agrada. Y es que como sentirme feliz de corazón si tu te lo llevaste contigo dentro de las maletas. Cómo saber si alguien me hará sentir lo que tú me hiciste sentir, si me amará alguien como tu lo hiciste.
Intentaré ser normal, para variar. Volveré a tocar la guitarra, saldré de copas, haré amigos y otros no tan amigos, saldré a pasarlo bien los sábados por la noche en vez de sentarme sola en la cama a pensar en ti. Volveré a ser quien era, ese es el papel que tengo: vivir pretendiendo que tu no me rompiste el corazón y me quedé solo con las sobras, haciendo de los pequeños momentos grandes recuerdos, ser feliz al fin y al cabo.
Vivir sin ti. Una agonía continua. Tortura interna. Melancolía omnipresente. Sentimientos dolorosos. Sabor amargo todo el día. Vivir sin ti. Si. Eso. Mi papel.
domingo, 27 de marzo de 2016
Mi papel
miércoles, 23 de marzo de 2016
Se fue
Y ella se fue dejando mi corazón roto, desolado y solo. Sin mirar atrás me dejo para siempre, vio mis cicatrices y no quiso curarlas. Te di y te enseñé todo mi yo, mi yo real y tu huiste, me dejaste sin una pizca de confianza y amor por dar. Te lo entregué todo, te lo di todo. Me disparaste tu adiós directo al corazón. Y ahora que haré yo si ya no puedo dar mi confianza a nadie, si ya no puedo creer, si ya no tengo nada. Te llevaste todo mi ser a Francia, te llevaste mi alma y ahora ya no tengo nada. Solo dolor me queda, solo oscuridad, una oscuridad que sólo tu amor podría llenar. Solo te pedí una explicación de por qué te marchaste si solo contigo tocaba el cielo con los pies sobre la tierra, si solo contigo tenía una oportunidad de ser feliz. Me volqué por completo en tu amor y tu simplemente me lo arrebataste dejándome en la miseria, en la basura. Y es que solo te necesito a ti, no puedo simplemente olvidar por todo cuanto pasamos, todas las sonrisas que me arrancaste cuando yo peor estaba. Todo aquello que recibía de ti, todo tu amor. Supongo que esto no te lo puedo enviar sin más supongo que estas palabras se quedarán en mi interior por siempre. Supongo que me tendré que acostumbrar a estar sin ti.
sábado, 13 de febrero de 2016
Apagada pero no fundida
Apagada pero no fundida,
en el abismo pero aun no caigo.
A un paso de poder hablarte de nuevo, a un paso de oír tu voz salir de entre tus rojos labios. A un paso de poder preguntarte lo que tanto ansío saber: ''¿Qué tal te va todo sin mi?''. De lo que no estoy segura es de si podría resistir la respuesta. Si podría resistir el que te vaya mejor que a mi. Que hubieses superado todo lo nuestro, algo que yo no he conseguido ni conseguiré. Porque tú eres esa persona que aunque pasen años, décadas incluso, siempre estarás en mi mente. Siempre estarás conmigo, velando por mi, supongo. Siempre serás parte de mi, de mi ser aun cuando tu te hayas ido.
Pero ahí estas, con tu vestido blanco de los años 50, tus labios rojos. Esos labios... Esa boca con la que he compartido tanto. Solo acercarme, no debe ser tan difícil, ¿no?
Hoy es el día de tomar una decisión: o tú o yo.
O permitirme acercarme a ti y recuperarte y al hacerlo dejar que lo peor que te podría haber pasado, volviese a ti, siendo yo algo que te hace mal.
O dar media vuelta y cobrar tu felicidad por mi infelicidad, por mi vacío interior. Y no volver nunca a ser aquello que algún día fui a tu lado. Ser de nuevo aquella persona triste y melancólica que te encontraste y enamoraste hasta las trancas y luego abandonaste haciéndola más desdichada si cabe, con el corazón roto.
No sé qué hacer. Solo sé que te necesito, solo sé que te quiero. Solo sé que sin ti no soy nada, que si vivir significa no tenerte, prefiero irme para siempre.
Ya tomé una decisión, pero no lo quería admitir. Te dejaré... te dejaré pero para siempre. Dejaré la desdicha, dejaré todo el mal que haces, dejaré todo.
Siento decir que terminé por no solo apagarme, sino por fundirme completamente, que al final caí al abismo... y para siempre.
en el abismo pero aun no caigo.
A un paso de poder hablarte de nuevo, a un paso de oír tu voz salir de entre tus rojos labios. A un paso de poder preguntarte lo que tanto ansío saber: ''¿Qué tal te va todo sin mi?''. De lo que no estoy segura es de si podría resistir la respuesta. Si podría resistir el que te vaya mejor que a mi. Que hubieses superado todo lo nuestro, algo que yo no he conseguido ni conseguiré. Porque tú eres esa persona que aunque pasen años, décadas incluso, siempre estarás en mi mente. Siempre estarás conmigo, velando por mi, supongo. Siempre serás parte de mi, de mi ser aun cuando tu te hayas ido.
Pero ahí estas, con tu vestido blanco de los años 50, tus labios rojos. Esos labios... Esa boca con la que he compartido tanto. Solo acercarme, no debe ser tan difícil, ¿no?
Hoy es el día de tomar una decisión: o tú o yo.
O permitirme acercarme a ti y recuperarte y al hacerlo dejar que lo peor que te podría haber pasado, volviese a ti, siendo yo algo que te hace mal.
O dar media vuelta y cobrar tu felicidad por mi infelicidad, por mi vacío interior. Y no volver nunca a ser aquello que algún día fui a tu lado. Ser de nuevo aquella persona triste y melancólica que te encontraste y enamoraste hasta las trancas y luego abandonaste haciéndola más desdichada si cabe, con el corazón roto.
No sé qué hacer. Solo sé que te necesito, solo sé que te quiero. Solo sé que sin ti no soy nada, que si vivir significa no tenerte, prefiero irme para siempre.
Ya tomé una decisión, pero no lo quería admitir. Te dejaré... te dejaré pero para siempre. Dejaré la desdicha, dejaré todo el mal que haces, dejaré todo.
Siento decir que terminé por no solo apagarme, sino por fundirme completamente, que al final caí al abismo... y para siempre.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)