Solo me ciño a mi papel, a lo que es supuesto que sea. A lo que todo el mundo quiere que haga. Pero ya no. Ya no quiero ser presa cautiva en tus recuerdos. Ya no quiero pensar lo que te llegué a hacer sentir, ya no quiero ser un nombre más en tu baúl de los recuerdos. Ya no me reconozco, ya no me acuerdo de quien era antes de ti. Me olvidé de ser "normal", me olvidé de no sentir apego por nadie, de querer, de amar, de ser amada, de no querer dejar a una persona simplemente por quien es y no por su dinero o aspecto. El papel que tenía antes de ti se quemó y no sé cómo recuperarlo. Todos me dicen que he cambiado. Que ya no hablo, que soy antisocial y nada me agrada. Y es que como sentirme feliz de corazón si tu te lo llevaste contigo dentro de las maletas. Cómo saber si alguien me hará sentir lo que tú me hiciste sentir, si me amará alguien como tu lo hiciste.
Intentaré ser normal, para variar. Volveré a tocar la guitarra, saldré de copas, haré amigos y otros no tan amigos, saldré a pasarlo bien los sábados por la noche en vez de sentarme sola en la cama a pensar en ti. Volveré a ser quien era, ese es el papel que tengo: vivir pretendiendo que tu no me rompiste el corazón y me quedé solo con las sobras, haciendo de los pequeños momentos grandes recuerdos, ser feliz al fin y al cabo.
Vivir sin ti. Una agonía continua. Tortura interna. Melancolía omnipresente. Sentimientos dolorosos. Sabor amargo todo el día. Vivir sin ti. Si. Eso. Mi papel.
domingo, 27 de marzo de 2016
Mi papel
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